Una enfermedad puede llevarnos a la pobreza…

CLAROSCUROS DE LA ECONOMÍA MEXICANA

Los contrarios a la 4T auguraban una economía catastrófica. El país está muy lejos de ello. Las precandidatas van entonces por dos premisas: la de continuar con una “economía moral”, y la de lograr “una clase media chingona”.

Ignacio Alvarado Álvarez. Publicado en Vanguardia.

Pararse en las orillas del puerto de Singapur debe ser impresionante para cualquiera. Con un promedio en la recepción de 300 barcos diarios, es el segundo en importancia a nivel global, solo debajo del puerto de Shanghái. Más de la mitad del crudo del planeta toca base allí, lo que le confiere además la cumbre como punto geoestratégico. Le pasó a Xhóchitl Gálvez, la precandidata presidencial de Fuerza y corazón por México, y quiso saber cómo es que lograron concebir una obra de tal magnitud. “Viendo ese gran puerto, yo les preguntaba: ¿Cómo le hicieron? ¿Fue la localización?”.

Lo que obtuvo por respuesta es algo parecido a descubrir el agua tibia. “Me dijeron: ‘Si supieran que México tiene mejor localización que nosotros. Tienen 3,200 kilómetros de frontera con Estados Unidos. Tienen salida al Pacífico y tienen salida al Atlántico. ¿No se han dado cuenta del enorme país que tienen en materia energética, la capacidad solar, eólica? ¡Ustedes no se han dado cuenta de lo que son!’ Esa es la mentalidad que quiero cambiar en México. Quiero que los pobres salgan de la pobreza, que pasen a ser clase media y que a las clases medias les vaya mejor”.

Gálvez ha expuesto cada vez con mayor frecuencia discursos que proponen lo que toda campaña electoral: prosperidad. Dice que el país se encuentra en condiciones inmejorables para convertirse en potencia exportadora, con unos 500 mil millones de dólares anuales dentro de una década. Solo se necesita hacer las cosas bien, aclara, porque falta generar energía, acceder al agua, certeza jurídica, capital humano, seguridad e infraestructura. “Podríamos llevar a los mexicanos a otra dimensión”, dijo en una reciente entrevista radiofónica. Es ahí donde enmarca el lema de “una clase media chingona”.

Las posición invaluable del país a la que Gálvez hace referencia, no solo pasa por su ubicación estratégica, algo que, por ejemplo, potenciaría la economía ante el inminente arribo de empresas radicadas en China y otros países de Asia. El nearshoring, como se conoce a esa relocalización, pudiera significar un aumento próximo a los 78 mil millones de dólares en las exportaciones latinoamericanas en el corto y mediano plazo, de acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo. Pesan también las condiciones generales de la economía nacional que, pese a los augurios más sombríos, mantiene un crecimiento, si bien modesto, sostenido.

Es lo que le permite a Claudia Sheinbaum, la precandidata del bloque Sigamos haciendo historia, exponer las cifras logradas durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador. Un crecimiento del Producto Interno Bruto de 36% al cierre del primer semestre de 2023 (“Por encima de Estados Unidos, Portugal y España”), inflación por debajo del 5.06% en la primera mitad del año (“Por debajo de Alemania, Italia y Reino Unido”), y una tasa de desempleo de 2.7% en ese mismo periodo (“Por debajo de Estados Unidos y Reino Unido”). Además de un índice superior en 48% en inversión extranjera directa y de un tipo cambiario que promedia 17 pesos por dólar.

“Esto se logró gracias a que no hubo endeudamiento ni aumento de impuestos, y sin embargo se recaudó más porque hay honestidad y una reorientación del presupuesto público, pensando en los que menos tienen. 30 de 35 millones de familias reciben apoyo del gobierno de México”, dijo en una de sus alocuciones en agosto, cuando aún contendía por la representatividad de Morena, Partido del Trabajo y Partido Verde. Lo dicho entonces es lo que mantiene discursivamente hasta hoy, cuando habla del aumento al salario mínimo en 89%, un rubro jamás tocado en 36 años, así como del mayor reparto de utilidades, gracias a las limitaciones impuestas al outsourcing, el sistema de subcontratación que mantiene sin prestaciones a millones de trabajadores. A todo ello, Sheinbaum lo llama “Economía moral”.

México es hoy por hoy la economía número 13 en el concierto mundial. Pero, ¿realmente estamos en una condición envidiable, como presumen ambas candidatas? En definitiva, no. Por ahora basta con que algún miembro de la familia enferme de gravedad para que nos ahogue una ola de realidad. En un escenario de gasto catastrófico, dice el doctor en economía de la UNAM Uberto Salgado Nieto, una familia de clase media que invierte en medicamento y atención pasaría de inmediato a engrosar el segmento de la pobreza. “Esa es la relevancia, no solamente la redistribución del ingreso se da a partir de los programas sociales, repartiendo dinero así, en términos monetarios, sino que también se pueda percibir en la dotación de servicios públicos de calidad”, explica.

El siguiente es el análisis del académico e investigador del Instituto de Investigaciones Económicas sobre el estado que guarda la economía, los claroscuros del nuevo paradigma y los saldos de cuatro décadas de gobiernos neoliberales.

Economía en la era de la ayuda social

Al inicio de la administración se buscó impulsar una serie de reformas en algunos ámbitos. Se planteaba que se abandonaría un modelo neoliberal, pero en realidad la economía continúa con algunos de estos preceptos. Es decir, no se dio un abandono completo de ese modelo porque hubiese sido catastrófico para toda la economía. Se le dio prioridad a esa estabilidad, gracias a los acuerdos comerciales que ya se tenían con Estados Unidos y Canadá. Se logró darle seguimiento a esta firma del T-MEC.

Algunos cambios importantes, sin embargo, fueron en materia de los programas sociales. Es ahí donde se dio el mayor cambio, o digamos en el paradigma de cómo se brindan estos apoyos. De hecho ahora se aborda como un enfoque universal, ya todo el mundo puede aspirar a tener este tipo de apoyos sociales, cuando antes eran selectivos, iban orientados a cierto tipo de de población de los deciles más bajos y aparte eran condicionados a que debían ir a consultas médicas, o a que los niños se mantuvieran en la escuela.

Sin duda han reflejado un avance en términos del combate a la pobreza. El último informe que dio Coneval se vio un avance importante. En 2016, por ejemplo, se reportaba que en México más o menos alrededor del 43% de la población vivía en condiciones de pobreza y ahora, de acuerdo a la última medición del Coneval, para el 2022 ya se observa una reducción al 36% en materia de pobreza. Sin embargo no se han dado avances en otras áreas, como incentivar una política industrial, eso no se está considerando impulsar como política económica a mediano o largo plazo. Una economía no se puede sostener solamente a través de estos programas sociales, entendiendo que el consumo pueda detonar mayor demanda y que la mayor demanda pueda detonar mayor crecimiento económico, esto no funciona de una manera tan directa y tan sencilla precisamente porque México es una economía sumamente abierta.

México continúa siendo un país maquilador, simple y sencillamente porque somos vecinos del mercado más grande del mundo. Los insumos provienen de otros países y simplemente se ensamblan en México para poder atravesar la frontera con los Estados Unidos. Aportamos fuerza de trabajo barata o mal pagada o en condiciones de suma vulnerabilidad laboral.

¿La apuesta por el sur alcanza?

Se ha tratado de hacer inversión en infraestructura en el país. Hablemos del Tren Maya, de la refinerías y este tipo de inversiones productivas orientadas hacia el sur del país, precisamente porque es la zona de mayor rezago económico. Aquí lo que debemos tener en cuenta es qué tanta participación va a tener la inversión pública para acompañar el crecimiento económico. Porque desde el sexenio de Felipe Calderón la participación de la inversión pública en todas estas obras de infraestructura se ha venido reduciendo. El Estado aportaba como un 6% de la inversión total, el resto era privada, pero esta se ha venido reduciendo hasta alcanzar apenas un 2.5%. ¿Cuál es la consecuencia de esto? Que las políticas públicas, independientemente del tipo de propuesta que se realice, si no incrementas esta participación de la política pública, la aportación en el PIB ha sido apenas del 0.01%.

Es necesario generar un efecto de complementariedad con inversión privada para que los inversionistas vean que hay un ciclo positivo de negocios y esto detone en un mayor crecimiento. También, aunque es difícil plantearlo ahora justo porque se está en campaña electoral, se necesita una reforma fiscal progresiva, una mayor tasa impositiva a las grandes empresas que generan cantidades muy importantes de riqueza en el país, para que se pueda redistribuir de manera efectiva en la infraestructura que se está planteando con un sistema de salud como el de Dinamarca. Se requiere de fondos y de inversiones muy fuertes que deben de salir de algún lado. No podemos simplemente incrementar la deuda porque otro de los preceptos de este gobierno, es la la austeridad republicana. En estos términos debemos de reconsiderar el tema de las reformas o políticas fiscales para tratar de generar una mejor redistribución, digámoslo así, de los ingresos a través de la dotación, y proveer servicios públicos de calidad a la población.

País rico, población pobre

De acuerdo con el Banco Mundial, estamos categorizados como un país de ingreso medio alto. Si ves los indicadores macro, podrías considerar que México en realidad no es un país emergente o en vías de desarrollo, parecería que una potencia económica. Sin embargo, lo que debemos tener en cuenta es que si bien la dimensión de la economía es muy grande en términos del PIB, de la riqueza que se genera, esa riqueza no se traslada al resto de la población, precisamente porque todavía existen elevados niveles de desigualdad en términos del ingreso. Todavía vemos una concentración del ingreso muy marcada. Pongo el siguiente ejemplo: una de las personas más ricas del mundo, que es Carlos Slim, vive aquí y es un mexicano que convive con un 42% de población en condiciones de pobreza.

Entonces este es un país de claroscuros. El índice de Gini en el país básicamente no se ha movido, se ha mantenido alrededor del 0.45 que es un nivel de concentración elevado. Para la población en general puede sonar como muy alentador que México esté entre la doceava o treceava economía, pero si no se logra hacer esta redistribución de los ingresos de tal manera que se le pueda proveer a todas las personas una calidad en los servicios de salud y una calidad en el sistema educativo, que pueda promover la movilidad social y que esta política educativa vaya acompañada con una inversión pública, una política industrial que busque generar condiciones endógenas de crecimiento, no saldremos de lo mismo.

Basta recordar modelos muy exitosos, como por ejemplo el caso de Corea del Sur. En los sesentas, Corea del Sur era una economía menos desarrollada que México. México estaba en condiciones mucho mejores que Corea del Sur, pero Corea del Sur, a través de un plan que le llamó El triángulo dorado, comenzó a diseñar una política pública orientada a fomentar la industria, de tal manera que comenzó a enfocarse en las cuestiones tecnológicas. Empresas como Samsung, Hyundai terminaron por convertirse en grandes conglomerados, en gigantes tecnológicos. Corea del Sur transformó completamente su modelo y ahora es una economía desarrollada en comparación con México. Es ahí donde nosotros no hemos podido dar el salto.

*Este es el quinto de una serie de contenidos periodísticos que dará cuenta de la condición que guarda el país, y la forma en que habrán de reconfigurarse los poderes y el mapa político de cara al proceso electoral de 2024.

about ignacio alvarado álvarez

Journalist - Periodista

Periodista especializado en sistemas criminales, estructura y política sociales.

Fue co-director de Newsweek en Español. Formó parte de la Unidad de Investigaciones Especiales de El Universal.

Ha colaborado en las revistas EmeEquis, Contralínea, Variopinto, Letras Libres y el diario La Jornada. Escribió para el área de reportajes especiales de Al Jazeera América. Fue jefe de información y reportero de la Unidad de Investigaciones de El Diario de Juárez.

Conferencista y director de talleres sobre periodismo de investigación en universidades de México, Estados Unidos, Europa y Centroamérica.

Es coautor de los libros La Guerra por Juárez (Planeta 2010) y La guerra contra el narco y otras mentiras (BUAP 2011).

Fue asesor de estrategia comunicacional de la Comisión de Asuntos Fronterizos del Senado de la República (2001-2003), y productor asociado en América Latina de ARD, Televisión Pública Alemana.

Actualmente colabora en portafolios de investigación con Insight Crime.

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