García Cabeza de Vaca y Eugenio Hernández, los ex gobernadores de Tamaulipas desnudan el juego político
Una vez publicada la lista de quienes conformarán la próxima Legislatura, es posible anticipar los intereses que habrán de defenderse.
Ignacio Alvarado Álvarez.
Francisco Javier García Cabeza de Vaca llevaba 10 meses fuera del país al momento en el que su hermano menor y senador, Ismael García, lo registró a comienzos de julio de 2023 para contender por la candidatura presidencial que alistaba el bloque compuesto por el PAN, PRI y PRD. El ex gobernador de Tamaulipas había tomado la decisión de evitar su arresto ante las acusaciones por lavado de dinero y delincuencia organizada, fincadas por la Fiscalía General de la República. Huyó hacia Estados Unidos dos días antes de concluir su mandato, en septiembre de 2022. El registro, diseñado para influir en la narrativa que lo señala como criminal, sirvió al mismo tiempo para mantenerlo vigente sobre el escenario político. Tres meses después, el PAN lo ratificó como uno de sus consejeros nacionales, y en enero anunció que lo llevaría en segunda posición plurinominal para ocupar un escaño en la Cámara de Diputados. Como legislador, García Cabeza de Vaca podrá retornar al país y penetrar al núcleo de uno de los tres Poderes de la Unión, intocable por el fuero constitucional.
La residencia del ex gobernador parece un juego de trile. Nadie atina a decir si se encuentra en Dallas, San Antonio o McAllen, todas ciudades texanas. Donde sea que se encuentre, la dirigencia del partido ha cobijado las declaraciones del propio García Cabeza de Vaca, que se dice perseguido político. El 1 de marzo, apenas se supo que el INE dio entrada a su registro, él mismo envió un mensaje por su cuenta de X, desde algún lugar al otro lado de la frontera. “Soy Francisco Cabeza de Vaca, ¡Orgullosamente mexicano!, muy pronto, desde la Cámara de Diputados, defenderé a nuestro país del autoritarismo y sus injusticias. Voy de frente, ni me doblo ni me vendo”, dijo. La aceptación del registro en el INE ocurrió a pesar de una demanda en contrario promovida por Morena y el Partido del Trabajo. Sergio Gutiérrez Luna, representante de Morena ante el instituto, anunció una movilización por vías legales para evitar que el ex gobernador llegue al congreso, una medida que en la realidad tiene pocas probabilidades de encarrilar. “Es lamentable la decisión de las y los consejeros al encubrir a un prófugo de la justicia”, declaró Gutiérrez. “[…] haremos que se cumpla la Constitución y no permitiremos que un fugitivo ocupe un cargo público”.
La controversia no existe solo del lado del PAN y su ex gobernador. El Partido Verde Ecologista de México -en alianza con Morena- registró como candidato al Senado a Eugenio Hernández Flores, el gobernador que antecedió a García Cabeza de Vaca. Hernández obtuvo su libertad tras permanecer casi seis años en prisión, acusado por la fiscalía estatal de desviar a empresas fantasma 300 millones de pesos del erario público. Hernández, priísta de toda la vida, se dice igualmente víctima de una persecución a cargo de García Cabeza de Vaca. Las cuatro acusaciones en su contra fueron desechadas por jueces federales tras largos litigios de sus abogados, y terminaron por exonerarlo. Lo mismo que Morena y el PT, el PAN ha emprendido acciones para que el INE retire su registro bajo el argumento de que no puede condescender hacia una persona que se encuentra sujeta a un proceso de extradición por supuestas maniobras de lavado de dinero.
Una y otra candidatura son muestra de la condición que guarda una de las entidades federativas con mayor imbricación política y criminal. Desde la consolidación del régimen posrevolucionario, Tamaulipas ha dado muestras de una corrupción institucional con pocos paralelismos en un país de por sí corrupto. Gobernantes, funcionarios de alto nivel, políticos y delincuentes fueron construyendo durante décadas uno de los escenarios más violentos e impunes. Hernández y García Cabeza de Vaca son parte de una cadena de gobernadores señalados por sus vínculos con organizaciones criminales. Antes que ellos, lo fueron Manuel Cavazos Lerma y Tomás Yarrington, preso este último desde su captura en 2017, en Florencia, Italia. Más allá del fuero, la virtual presencia de ambos en la Cámara de Diputados o el Senado entraña algo más que ánimos de venganza.
Perros de pelea
“Lo que ha hecho Cabeza de Vaca es comprar impunidad a través del PAN”, dice Raymundo Ramos sobre el registro. El presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo A.C., quien ha vivido bajo el asedio de los tres últimos gobernadores, es uno de los pocos activistas que ha documentado las atrocidades cometidas por los cuerpos de seguridad y aparatos de justicia estatales a capricho de sus mandatarios. “El interés del ex gobernador es mantener el negocio de su vida, el que más recursos le provee, que es el tráfico ilegal de huachicol, gasolina de contrabando que consigue con sus socios texanos y que distribuye en 16 estados del país. Ese tráfico de gasolina pasa por las aduanas de Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros. Hay varias carpetas de investigación en ese sentido, y otras del gobierno estatal por desvío de recursos. Tiene varias órdenes de aprehensión y necesita por lo tanto ese espacio de impunidad”.
El caso de Eugenio Hernández tiene otro componente, el de la negociación política. En enero de 2019, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo en su conferencia mañanera que la Secretaría de Gobernación revisaría su caso, y el del también ex gobernador de Sonora, Guillermo Padrés. El mandatario contó que durante una gira por Reynosa fue abordado por dos de las hermanas de Hernández. Le entregaron una carta escrita por el ex gobernador, en la que se decía preso político. La negociación, supone Ramos, fue intercambio de información. Cierto o no, el derechohumanista cree que en el fondo su postulación al Senado tiene un claro propósito: hundir al Partido Acción Nacional en Tamaulipas. “Lo que pretende Morena es que el PAN pase a tercera o cuarta posición política. Pudiéramos adelantar que la próxima contienda electoral se dará entre Morena y el PAN (en coalición con el PRI). Lo que busca (Morena) reactivando a políticos priístas de peso, como Eugenio Hernández, que tenía buena imagen entre la población por su carisma -no digo que sea honesto- es justo eso. La idea es que el Verde pueda quedarse con la senaduría plurinominal, las diputaciones plurinominales, y arrebatárselas al PAN. Esa es la jugada política”.
Para ello, añade Ramos, importa poco la imagen que se proyecta. “Simplemente describe la política como lo que es: la lucha por el poder, no la elección de los mejores perfiles ajenos a investigaciones penales, sino perfiles que representan intereses más allá que unan candidatura. En el caso de Cabeza de Vaca hay una injerencia profunda de los Estados Unidos. Nacen de los negocios que hizo el ex gobernador con el gobierno de Texas, y con el gobierno federal también. Cabeza de Vaca le abrió las puertas al sistema de seguridad, al FBI, DEA, CBP. Hay intereses que van más allá de las fronteras. Este tipo de perfiles envían un mensaje de que la política es sucia, de que la política no es para personas de bien, de prestigio, honestas; se busca a las personas más experimentadas, aunque no sean honestas, aquellas que en una tribuna puedan enfrentar, puedan enlodar la política y puedan defender a sus partidos y sus candidatas, o en este caso a quien resulte electa. Ser sus perros de pelea. Y ahí, Cabeza de Vaca encaja muy bien”.
La mafia política
Susana Prieto Terrazas salía con su familia de un restaurante en Matamoros cuando fue abordada por agentes estatales que le mostraron una orden de aprehensión. Fue el 8 de junio de 2020. Permaneció encarcelada por 24 días bajo acusaciones de amenazas, motín, coacción a particulares y funcionarios públicos. La fiscalía respondía con exceso de fuerza a una denuncia interpuesta por la Junta Especial número 6 de la Sala local de Conciliación y Arbitraje. Fueron días, los de prisión, en lo que francamente creyó que sería asesinada. Tras su liberación en julio, la abogada fue recibida en palacio por el presidente López Obrador, y en 2021 entró a la Cámara de Diputados como parte de la bancada de Morena, quien la incluyó en su lista de plurinominales. Detrás de su encarcelamiento, Prieto ha sostenido que se encuentra el ex gobernador García Cabeza de Vaca, a quien lleva años señalándole una serie de operaciones turbias.
“Para mí, su registro como plurinominal representa los intereses del crimen organizado en el estado de Tamaulipas”, dice sin rodeos. La diputada, quien se declaró independiente a principios de marzo, hace un recuento de lo que le tocó atestiguar durante sus largos años como abogada laborista en Matamoros y Reynosa: asesinados, desapariciones, fosas clandestinas, cocinas con restos humanos. Todo atribuible al sistema criminal estructurado bajo el gobierno de García Cabeza de Vaca. Lo mismo que el presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, Susana Prieto enumera también el huachicol, las inversiones en el sistema inmobiliario y en la industria de energías limpias. Un conglomerado hecho a base de acciones corruptas, sostiene. Pero en ello, García Cabeza de Vaca no está solo. O no es la única figura política cuestionable en el contexto de las designación de candidaturas. También debe incluirse a Eugenio Herández Flores.
Las cosas en Tamaulipas, dice la abogada, permiten intuir la magnitud de las relaciones entre política y crimen. “A mí me llegó un mensaje de alguien que me dijo que si quería ser la gobernadora de Tamaulipas, nomás dijera”, cuenta. “Yo tengo una base laboral, nunca he tenido nada que ver con los narcos. Por eso mismo me parece que ahí las postulaciones son bastante graves, por los antecedentes del propio estado. El propio doctor Américo Villarreal, por desgracia, ya ha sido vinculado -al menos hipotéticamente- con el mismo clan político. Porque esto es un clan. La política es una mafia. Yo especulaba, pero ahora lo estoy viviendo. Son los mismos, y solo dan vuelta. Unas veces están en un partido, otras en otro. La gente que es inocente es demasiado poca. Por ejemplo, entre 500 diputados, cuentas con los dedos de la mano a quienes son honorables”.
El marco de ambas designaciones, importa. Ocurren, dice la diputada, en medio del bombardeo informativo que habla de las investigaciones de la DEA sobre supuestas inyecciones de capital del narco a las campañas de López Obrador. Aunque sea mentira, lo cierto es que ambos bloques en contienda, el compuesto por PAN, PRI y PRD y el que encabeza Morena, han elegido a personajes con pasado nebuloso para ir al Senado y la Cámara de Diputados. La desesperanza que se provoca con ello abre el camino a la alternancia, tal y como ha ocurrido en el resto de la América Latina, dice Susana Prieto. “No importan las consecuencias que pueda traer el hecho de que lleves a un pueblo hacia la izquierda y luego te mande a la chingada para irse a la derecha. Si la única posibilidad de alternancia en el poder está entre quienes ya conozco, que son unos mafiosos, o estos otros que vinieron a ofrecerme una esperanza que no fue cierta, no sé en qué posición se pondría el pueblo y qué diría ante este panorama. Posiblemente dirá lo que le dijo al PAN: Ahí están dos sexenios, porque dijiste que uno no era suficiente para corregir el rumbo. Pero se acabó”.
Lo que hay en este proceso es un festín de dinero. Susana Prieto revisó las prerrogativas del PRD y se fue de cabeza. Les dieron casi 800 millones de pesos, a pesar de su pequeñez. “El dinero que reciben los partidos se queda intacto desde hace mucho tiempo; lo usan las grandes cúpulas del poder, no se lo dan a los candidatos. Veo a compañeros sacando de su alcancía para andar pidiendo el voto, porque no reciben ni un cinco de los partidos. Y ve los millones y millones que les asignan de presupuesto, sobre todo tratándose de una elección como esta, en donde hay presupuestos multimillonarios. Así que buscan candidatos que por sus propias fuentes puedan autofinanciar sus campañas. Este es el antecedente de Eugenio Hernández con el Partido Verde. No es que de pronto se hayan puesto a buscar un candidato que tuviera trabajo social, jalón con la gente. No. Buscaron a una persona que no le fuera a pedir un solo centavo al partido. Entonces, como simpatizante de Morena, como parte del grupo parlamentario -al que he renunciado ya- te lanzas a la yugular en contra de los perfiles que está poniendo el PAN, como el caso de García Cabeza de Vaca, pero por el Partido Verde viene Eugenio, que lo sacaron del bote para ponerlo en la Cámara de Diputados. Si permites, dentro de la coalición, que venga alguien como Eugenio, pues queda claro el juego”.
about ignacio alvarado álvarez
Journalist - Periodista
Periodista especializado en sistemas criminales, estructura y política sociales.
Fue co-director de Newsweek en Español. Formó parte de la Unidad de Investigaciones Especiales de El Universal.
Ha colaborado en las revistas EmeEquis, Contralínea, Variopinto, Letras Libres y el diario La Jornada. Escribió para el área de reportajes especiales de Al Jazeera América. Fue jefe de información y reportero de la Unidad de Investigaciones de El Diario de Juárez.
Conferencista y director de talleres sobre periodismo de investigación en universidades de México, Estados Unidos, Europa y Centroamérica.
Es coautor de los libros La Guerra por Juárez (Planeta 2010) y La guerra contra el narco y otras mentiras (BUAP 2011).
Fue asesor de estrategia comunicacional de la Comisión de Asuntos Fronterizos del Senado de la República (2001-2003), y productor asociado en América Latina de ARD, Televisión Pública Alemana.
Actualmente colabora en portafolios de investigación con Insight Crime.