CAMPAÑAS DE FACTO: Inercias, extravíos, pactos y apatía ciudadana

En una contienda que se antoja predecible, las candidaturas presidenciales no logran conectar con el gran público. La batalla real será entonces por el Congreso. Es ahí donde ase agazapan intereses oscuros. De ello habla el doctor en ciencia política por la Universidad de Florencia, Israel Covarrubias, autor, entre otros, de Maquiavelo, una guía contemporánea de lectura sobre lo político y el Estado, y La fascinación del populismo. Razones y sinrazones de una forma política actual

Ignacio Alvarado Álvarez.

Ciudad de México-El inicio formal de precampañas presidenciales encuentra a un país mayoritariamente falto de entusiasmo, frente a un proceso cuyo final parece definido. Cualquier proyección conocida hasta hoy ubica a la oficialista Claudia Sehinbaum entre 24 y 62 puntos por encima de sus contendientes Xóchitl Gálvez, de la Coalición Fuerza y Corazón por México (PAN, PRI, PRD) y Samuel García, de Movimiento Ciudadano. Con el escenario medido, las dirigencias de cada partido reparten circunscripciones plurinominales entre sus élites y sus elegidos, tejiendo alianzas sin resguardo ideológico en pos de la verdadera contienda, que se dará por el Congreso.

A siete meses de la jornada electoral, la ciudadanía ha visto intervenidos sus días con propaganda política, como nunca. De manera paradójica, la alta exposición ha enfriado el ánimo popular, lo que anticipa otro escenario: el de una votación pobre si se compara con los procesos del 2000 y de 2018. “Dada la característica de los tres candidatos, no creo que puede ser una votación masiva”, dice el politólogo *Israel Covarrubias. Para lograr lo contrario se necesitaría un viraje discursivo total sobre todo de Xhóchitl Gálvez, quien en teoría debiera convocar a los desencantados de la 4T, muchos de los cuales constituyen “las clases medias mitologizadas” por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Pero ello se antoja poco menos que imposible debido a dos factores esenciales: el extravío de la propia candidata, y el desamparo de los partidos que la postularon.

“Me parecería entonces que podríamos introducir quizá una suerte de hipótesis pendular: a una votación que genera muchas expectativas, le sucede una elección presidencial en el que la expectativa es baja, después de la cual probablemente el péndulo vuelva a subir en seis años”.

En la decena de libros que ha escrito desde 2006, Covarrubias ha explorado la orientación democrática, la corrupción y el populismo que envuelve la política nacional. Del actual presidente dice que, a falta de comprensión cabal sobre su forma de gobernar, suele hablarse de regresión y compararlo con mandatarios del régimen priista de los 70, como Luis Echeverría y José López Portillo, cuando en su lectura él encuentra más analogías con su némesis, Carlos Salinas de Gortari. En el populismo de López Obrador, que etiqueta como “republicanismo plebeyo”, explica la fortaleza que en gran medida heredará a la candidata de Morena, para su buena fortuna.

“Claudia es muy antipática, es un personaje que no conecta adecuadamente desde el punto de vista de la comunicación política”, dice. “Pero el caso de Xhóchitl es más lamentable en términos de una competencia real del poder, porque no es nada más ir a chacotear y hacer show público para ver qué cachas. Se ve claramente que no hay un proyecto claro en el frente opositor”. Samuel García, a su vez, “es un candidato que no tiene estructura territorial en el país, pero tiene una muy buena capacidad en redes sociales, de impacto en la comunicación política. […] Si bien no va a ganar, obtendrá una muy buena posición como para después fincar, en el mediano plazo, una segunda candidatura presidencial”.

En síntesis, Sheinbaum hará una campaña cifrada en la idea del continuismo, que difícilmente suscitará mayor votación que la de los fieles al movimiento, lo que significaría menos de los 30 millones obtenidos por López Obrador en 2018. García se enfocará en el voto de los jóvenes menores de 29, del centro y norte del país, lo que pudiera mandar a una tercera posición a Gálvez, que en el inicio de la precampaña mantiene como núcleo de su mensaje político el supuesto ascenso de la indígena pobre que llegó a la cumbre con hambre, sudor y lágrimas.

La oscura batalla por el Congreso

De 500 legisladores que conforman la Cámara de Diputados 471 ha notificado al INE su intención de reelegirse. La teoría habla de establecer una carrera parlamentaria, pero los hechos ofrecen la realidad de un Poder Legislativo de resultados mediocres. El volumen de iniciativas que se presentan alcanzan apenas un 20 por ciento de efectividad y solo terminan en ley cinco. Es la estadística que revela el trabajo legislativo desde un punto de vista partidista, no de representación ciudadana. La información, aunque clave, puede que resulte irrelevante al elector, que carece de competencia técnica para ponderar ese voto. Es por ello que sobrevienen pactos y alianzas que definen el juego de los grandes intereses, no el de la presentación política.

“En ese sentido es la función de las élites de los partidos las que determinan en gran medida no nada más el rumbo de su partido, sino molecularmente los lugares del poder que pueden obtener en términos reales. Si bien no voy a ganar la Presidencia de la República, de algún modo debes hacerte, del mejor modo posible, de estos espacios en el Poder Legislativo. Entonces no nada más es una perversión de los propios partidos, sino también este problema -que es el gran problema de la democracia globalmente dicho- que es la autorreferencialidad de los partidos. O sea, los partidos no nada más son maquinarias electorales, sino son este mecanismos, organizaciones, cuya principal función es obtener puestos de poder más allá de la representación política, más allá de si tengo un proyecto ideológico distinto al del actual gobierno. Es obtener el mayor número de los escaños o de los espacios en disputa para mi partido, y dentro de mi partido, para mis camarillas. Porque al final es esta cosa, las élites de los partidos no son muy unitarias, sino dependen en gran medida de su conformación regional y de la fuerza que tienen coyunturalmente esas regiones”, dice el politólogo.

La ganancia personal de las candidaturas

Al margen de ello, están las prebendas, el dinero que se logra meter en las campañas. El dinero negro, alude Covarrubias, es inevitable, por más que el INE haya perfeccionado sus candados.

“Pongo como ejemplo el tema de los que hacen campaña y que saben que no van a llegar, pero cuyo objetivo, sobre todo a nivel estatal y a nivel municipal no es llegar, sino la campaña misma. Esto quiere decir que son candidatos perdedores desde el inicio, pero saben que un porcentaje, que a veces se especula oscila entre el 6 y el 10 por ciento de todo el dinero que logra meter a su campaña, va directo a su bolsa. Y que es dinero que no se fiscaliza y que con eso en seis meses, te metes una bolsa millonaria”.
El dinero regional que se inyecta a las presidenciales tiene su relevancia concreta. Es ahí en donde se determinan los listados al Congreso federal. En parte también, es a partir de ello que se elije a quienes irán en primero, segundo y tercero en las plurinominales.

“Esa es una de las grandes perversiones de la reelección legislativa en nuestro país; no nada más la idea de la reelección es hacer carrera parlamentaria, como pasa en otras democracias, profesionalizar y demás, acá la reelección sirve justo como una cláusula de impunidad. Sabemos [también] que muchos legisladores hacen diseños legislativos a la carta para beneficiar a intereses muy específicos, que pueden ser intereses de facto económicos de grandes empresas, en sectores también neurálgicos del estado que necesitan pasar por el campo legislativo, porque de otro modo no entran. Entonces, cuando tú tienes un contexto así -y que por eso alguien por ahí ha llamado a México como una democracia mafiosa- tiene que ver con todo ello”.

Las probabilidades del Plan C

“Lo que se ve, es que probablemente no obtenga [Morena] la mayoría calificada, y de hecho a lo mejor hasta que pierdan algunos escaños. Me parece que, de algún modo, eso es lo que anuncian también algunas decisiones del Poder Ejecutivo federal con esta primera terna que mandó al Senado para la sustitución del ministro [Arturo Zaldívar] que renunció en la Suprema Corte. Porque no habiendo en cinco años hecho claudicar al Poder Judicial, y por otro lado tampoco no logrando hacer claudicar a todos los que son los poderes autónomos (el Inai, el Banco Central), la operación política se les vuelve más complicada, porque en realidad se meten en un problema de cortocircuito entre lo urgente y el largo plazo, que es lo que le daría continuidad al proyecto de la 4T.

“Entonces, a mí me parecería que sería un escenario donde tendrían que negociar con la oposición. Eso sin duda lo van a tener que hacer. Probablemente negociarían dentro de la oposición, más con gente como la fracción del PRI, que con el PAN o con el PRD. Incluso creo que en el número de escaños, Movimiento Ciudadano se va a volver un actor súper relevante dentro del Congreso, no obstante que sea la cuarta o la quinta fuerza en términos de escaños por el número que obtenga; es el que decidirá o el que moverá la balanza a uno u otro lado en las iniciativas que se vayan a votar. Y eso lo puede volver en un partido muy poderoso, no nada más en la arena legislativa, sino en la del gobierno federal. Creo que ése es escenario principal”.

*Este es el tercero de una serie de contenidos periodísticos que dará cuenta de la condición que guarda el país, y la forma en que habrán de reconfigurarse los poderes y el mapa político de cara al proceso electoral de 2024.

*Israel Covarrubias es doctor en ciencia política por la Universidad de Florencia, Italia. Actualmente se desempeña como profesor-investigador de tiempo completo en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM). Desde 2007 es director de la revista mexicana de teoría política Metapolítica. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores de México. Sus libros más recientes son Los espejos de la democracia. Ley, espacio político y exclusión (2015) y Transformaciones contemporáneas de la democracia (2017), y coordinó, junto con Édgar Morales, Descifrar la comunidad política (2016).

about ignacio alvarado álvarez

Journalist - Periodista

Periodista especializado en sistemas criminales, estructura y política sociales.

Fue co-director de Newsweek en Español. Formó parte de la Unidad de Investigaciones Especiales de El Universal.

Ha colaborado en las revistas EmeEquis, Contralínea, Variopinto, Letras Libres y el diario La Jornada. Escribió para el área de reportajes especiales de Al Jazeera América. Fue jefe de información y reportero de la Unidad de Investigaciones de El Diario de Juárez.

Conferencista y director de talleres sobre periodismo de investigación en universidades de México, Estados Unidos, Europa y Centroamérica.

Es coautor de los libros La Guerra por Juárez (Planeta 2010) y La guerra contra el narco y otras mentiras (BUAP 2011).

Fue asesor de estrategia comunicacional de la Comisión de Asuntos Fronterizos del Senado de la República (2001-2003), y productor asociado en América Latina de ARD, Televisión Pública Alemana.

Actualmente colabora en portafolios de investigación con Insight Crime.

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