CHIHUAHUA OFRECE LAS PRIMERAS CLAVES

Un ex gobernador del PAN, cuya tarea anticorrupción llevó a prisión al actual dirigente de Morena en Parral y siente aversión personal y política por el alcalde de la 4T en Ciudad Juárez, ha sido invitado al equipo que diseña el plan de gobierno de Claudia Sheinbaum. Ese es apenas un ejemplo del caprichoso conglomerado del partido oficial que amenaza el resultado electoral.

Ignacio Alvarado Álvarez.

Diciembre de 2021 se hallaba envuelto por un ánimo político apegado a la cordura y el respeto, al menos en el discurso. María Eugenia Campos, apenas estrenada como gobernadora de Chihuahua, disparaba frases como la siguiente: “[El presidente] tiene nuestra disposición y voluntad [para trabajar]”. Lo hizo tras acudir al zócalo capitalino, en donde una multitud se congregó para celebrar con Andrés Manuel López Obrador la primera mitad de su sexenio. En agosto de 2023, en el comienzo del juego sucesorio, ese tono cambió. El gobierno de la panista retrasó la entrega de los nuevos libros de texto mediante un amparo judicial, luego de calificarlos de propagandistas, y el presidente la llamó “conservadora, irresponsable y politiquera” en una de sus conferencias matutinas. La cumbre verbal del desencuentro llegaría sin embargo a finales de enero, cuando Maru Campos pidió a López Obrador “dejar de ser omiso, por no decir pendejo” ante la ola de violencia criminal que asola al estado.

Con ello, la gobernadora ha establecido un claro contraste con el movimiento del presidente, quien se mantiene como la figura protagónica en la antesala de la contienda. “Lo ha hecho bien, ha acentuado su ideología, su lado”, dice sobre ello Cecilia Sarabia, profesora investigadora del Colegio de la Frontera Norte en Ciudad Juárez. “Sin embargo, versus esta manera de imponer o de reafirmar su ideología, hay un efecto muy grande, un efecto-reflejo de una figura presidencial que, aunque ya va a terminar, no se debilita todavía. De hecho, es crucial su función para el próximo proceso. Entonces, como el efecto-reflejo va a seguir, hay que acentuar las opciones de manera muy clara, lo que es la derecha y lo que es la izquierda, precisamente para que el elector pueda ir sopesando una ideología versus otra”.

Chihuahua es una de las pocas entidades en las que no ha gobernado otro partido político que no sea el PRI o el PAN. Campos fue una de las dos contendientes de Acción Nacional en obtener el triunfo en la contienda de hace tres años, con una ventaja mayor a 12 puntos por sobre el candidato de Morena, Juan Carlos Loera, quien fungió como delegado federal desde 2018. En 2021 estuvieron en disputa 15 gobiernos estatales. Morena se quedaría con 11, el PAN con dos, Verde y MC con una cada cual. El PRI perdió las ocho gubernaturas que ostentaba. De 33 escaños en el Congreso local, Campos y su partido se quedaron con 15, Morena con ocho y el PRI con cinco. Morena también se quedó con el municipio que concentra 46 por ciento de los votantes del estado, Ciudad Juárez. Cecilia Sarabia, que como investigadora ha seguido la línea de los últimos procesos electorales en Chihuahua, cree que a diferencia de hace tres años, el voto en 2024 favorecerá a Morena.

“Hay un avance de la izquierda en el estado, y por el momento podría plantearse que el voto será favorable a esa izquierda. Ahora, contrario a lo que pasó en el proceso anterior, en el que se eligió gubernatura, los votantes se van a alinear un poco más hacia este bloque de izquierda justo porque aún está vigente el efecto AMLO, igual que sigue vigente en todo el país” dice. Lo que la investigadora del Colef llama izquierda, es en realidad un caprichoso conglomerado formado los años recientes. Lo mismo que en el resto del país, el transfugismo en Chihuahua ha sido intenso y ha terminado por desaparecer el bipartidismo clásico del PRI y PAN para dar paso a los dos bloques actuales, el de derecha y el de izquierda, en donde tienen cabida antiguos militantes de uno y otro partido. Para el caso de Morena, la adhesión más notable en la entidad ha sido la del ex gobernador del PAN, Javier Corral, que llegó a invitación expresa de la candidata Claudia Sheinbaum.

La inclusión del exgobernador como parte del equipo de apoyo de Sheinbaum ha sido motivo de desencuentros al interior de los fundadores del partido en la entidad. Aunque Sarabia cree que ello no tendrá un impacto sustancial en los vaticinios del voto, es una idea que no todos comparten. Corral, lo mismo que otras figuras que se han incorporado al movimiento, tanto ahora como en el pasado, pueden lograr el efecto de la manzana envenenada.

Teorías de traición y sabotaje

En diciembre de 2019 el empresario Otto Alberto Valles Baca fue detenido en la ciudad de Parral, al sur de Chihuahua, en cumplimiento de una orden de aprehensión obsequiada por un juez de distrito. La investigación “Justicia para Chihuahua”, que hurgó en los cajones de una operación corrupta mediante la cual el Gobierno Federal encabezado por Enrique Peña Nieto desvió 250 millones de pesos del erario para financiar campañas del PRI, situó a Valles Baca como uno de los operadores del entonces gobernador César Duarte Jáquez, preso por ello mismo desde julio de 2020. El empresario terminó por enfrentar dos acusaciones por un desvío conjunto superior a 22 millones de pesos. Dos años más tarde, en julio de 2021, otro juez federal retiró el arresto domiciliario al que estaba sujeto, y otros dos años después, en julio pasado, recibió el nombramiento como coordinador de la 4T de la misma ciudad de Parral.Valles Baca es parte de una corriente al interior de Morena encabezada por el alcalde de Ciudad Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, quien entre 1988 y 2015 militó en el PAN, del que fue dirigente estatal en dos ocasiones, así como legislador local y federal. En 2016, Pérez Cuéllar contendió por la gubernatura de Chihuahua bajo las siglas de MC. Quedó cuarto en la disputa que ganó Javier Corral, el candidato del PAN que tejió alianza con el PRD y una parte de los militantes del ala más de izquierda que tiene Morena en la entidad. Pérez Cuéllar y Corral son dueños de una historia que comienza con hermandad y termina con animadversión. Son probablemente los dos políticos con más cuentas pendientes, y el caso de Valles Baca los coloca frente a frente en el escenario de las campañas de este año. Corral es el gobernador que instruyó la operación Justicia para Chihuahua, y en diciembre pasado se sumó al equipo que diseña el proyecto de gobierno de Claudia Sheinbaum, justo para dar forma a una estrategia de combate a la corrupción.Pérez Cuéllar es quizá el político con mayor fuerza regional de Morena, pero también un blanco fácil para la oposición, desde donde le han denunciado por supuestos actos de corrupción en su ejercicio como alcalde, y es también causante de uno de tantos conflictos internos ante la posibilidad de que busque repetirse en el cargo. La otra figura fuerte de Morena en Chihuahua es Juan Carlos Loera, el ex delegado federal que buscó la gubernatura en 2021. Loera va segundo en la fórmula para el Senado que lidera la diputada federal Andrea Chávez. Así que Loera depende de los votos obtenidos por el partido en Ciudad Juárez para asegurar el escaño. Su suerte, y de hecho la del resto de Morena, depende de las operaciones de Cruz Pérez Cuéllar, sea o no nombrado para una reelección.

“Cruz Pérez es sin lugar a dudas el mayor enemigo político de Javier Corral y tiene a su vez un serio problema de confrontación con Juan Carlos Loera. Y por si fuera poco, ya dio muestras de ser un traidor”, dice el consultor electoral Cuauhtémoc Reyes Castro. “En 2021, la carga de votos cercanos a Cruz Pérez, es decir, los que él aporta, que son entre 15 mil y 20 mil electores, no votaron por Loera, votaron por Maru Campos. Así que, en las elecciones de este año, Cruz Pérez ya se sabe el camino. El triunfo de Morena sobre el PRIAN está tan holgado, que a Cruz Pérez le da la posibilidad de perder hasta 60 mil votos y él de cualquier forma gana. Pero con esos 60 mil votos menos, Morena va a perder las diputaciones locales y federales que ahora tiene y Loera perdería la senaduría con mucho menos que los 60 mil votos, pierde hasta con 10 mil votos menos, que son los que le negará la gente de Cruz Pérez. Entones, eso los saca de la lucha por la gubernatura en 2027”.

Reyes, uno de los operadores electorales en los años dorados del PRI, se ha convertido en un analista estratégico con simpatías por la 4T. En tal condición mantiene bajo escrutinio los movimientos políticos en otras entidades, como Tamaulipas, Veracruz y Yucatán. En cada una de ellas, dice, puede suscitarse un juego de traición y sabotaje como las que prevé en Chihuahua a partir de las alianzas urdidas en el contexto de las presidenciales. Para el caso concreto de Chihuahua, el consultor no está tan seguro del triunfo de Morena, no solo por el nivel de conflicto que se tiene, sino porque, hasta ahora, la maquinaria del gobierno de Maru Campos no ha comenzado operaciones en forma. El PAN, que en la lucha por las alcaldías y el Congreso local irá solo, ha colocado en cada candidatura a figuras cercanas a la gobernadora, y ha hecho lo mismo en las posiciones en pos de diputaciones federales y senaduría, que también se las ha quedado. En suma, Reyes cree que el resultado electoral depende del nivel de lealtad de los morenistas advenedizos y del empuje que haga o deje de realizar la gobernadora.

“Independientemente de lo que haga Cruz Pérez, si el PAN se va como viene ahorita, sin hacer nada, nadando de muertito y con la inercia que ellos creen que les puede hacer conservar el Congreso, mis estimaciones que gana Morena aunque Cruz Pérez haga lo que haga. En cualquier escenario, Loera tiene que hacer una excelente campaña si quiere aportar un asiento más dentro del Senado para el movimiento. Pero debemos esperar al inicio de las campañas para ver de qué manera va a operar la maquinaria del PAN”, dice.

about ignacio alvarado álvarez

Journalist - Periodista

Periodista especializado en sistemas criminales, estructura y política sociales.

Fue co-director de Newsweek en Español. Formó parte de la Unidad de Investigaciones Especiales de El Universal.

Ha colaborado en las revistas EmeEquis, Contralínea, Variopinto, Letras Libres y el diario La Jornada. Escribió para el área de reportajes especiales de Al Jazeera América. Fue jefe de información y reportero de la Unidad de Investigaciones de El Diario de Juárez.

Conferencista y director de talleres sobre periodismo de investigación en universidades de México, Estados Unidos, Europa y Centroamérica.

Es coautor de los libros La Guerra por Juárez (Planeta 2010) y La guerra contra el narco y otras mentiras (BUAP 2011).

Fue asesor de estrategia comunicacional de la Comisión de Asuntos Fronterizos del Senado de la República (2001-2003), y productor asociado en América Latina de ARD, Televisión Pública Alemana.

Actualmente colabora en portafolios de investigación con Insight Crime.

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