Así pinta la batalla por el voto en Baja California, Coahuila y Nuevo León
Son tres escenarios distintos, uno en el que barre Morena, otro en el que se dará un vis a vis con el PRI y otro que será batalla de tres, con pronóstico reservado.
Ignacio Alvarado Álvarez.
En cuestión de días, la alianza en Baja California entre Morena y el Partido Encuentro Solidario pasó del escándalo a la disolución. La ruptura no guarda ningún secreto. En esencia, el empresario Jorge Hank Rhon pretendía colocar sus piezas políticas en las alcaldías de Rosarito y Tecate, y cargar a uno de sus hijos con una diputación federal o una senaduría. Con ello se desató una revuelta al interior del partido oficial, que gobierna la entidad y las cinco presidencias municipales, debido al oscuro pasado de Hank y las candidaturas que propuso, con figuras en franca oposición al presidente López Obrador y su 4T. Ahora el PES irá en fórmula con el PRI y Morena se queda con el Verde Ecologista y una batalla intramuros por el control de Tijuana, lo que ha elevado las diferencias entre la gobernadora Marina del Pilar Ávila y la alcaldesa Montserrat Caballero. Ávila pretende que el ex campeón mundial de boxeo, Érik El Terrible Morales haga válida la rotación de la alianza, que en teoría corresponde al Verde, lo que obligaría la renuncia de Caballero a una reelección, aún cuando trae consigo la mayor intención del voto, de acuerdo con los pocos sondeos realizados hasta hoy.
“Hay mucho cálculo político del gobierno en turno en la repartición de candidaturas y en las alianzas electorales”, dice Victor Alejandro Espinoza, presidente del Colegio de la Frontera Norte. “Digamos que es el caso de Baja California -que gobierna entre comillas Morena. La alcaldesa no es bien vista por la gobernadora y una forma de darle vuelta y sacarla de la jugada es apelar al convenio de la alianza, en donde se estipula que en una segunda elección le corresponde la candidatura de Tijuana al Verde y no a Morena. No sé qué tanto de esto pase por el control central, pero en una contienda con tal cantidad de cargos en disputa, las decisiones suelen tomarlas las gobernadoras o gobernadores, apelando a un sentido pragmático en el que parece no importar demasiado ningún tipo de alianzas, aunque sean contra natura, como la que se estaba concretando con el Partido Encuentro Solidario. Y es difícil que la sociedad distinga estos detalles, de dónde y cómo surgen las candidaturas, y al final terminan votando por una marca, para el caso regional, la Marca Morena”.
¿Y la oposición?
Después del tsunami del 2018 (Morena obtuvo la mayoría en el Congreso y en ese entonces la presidencia de los cinco municipios) la oposición no se ha recuperado. La oposición está muy diezmada. Quizá solo tengan alguna posibilidad de triunfo en alguna senaduría, pero nada más. Hay que recordar que hasta 2018, Baja California fue una entidad bipartidista, PRI y PAN. Eso terminó. Está completamente resquebrajado.
¿Quién gobierna realmente la entidad?
A partir de 1989, que gana el PAN la gubernatura, hasta 2019 que gana Morena con Jaime Bonilla, Acción Nacional había dominado, con una excepción de 2010, cuando el PRI gana la mayoría en el Congreso. Pero en 30 años el PAN ostentó alcaldías y Congreso. El cambio inicia en 2018 a nivel de la entidad. Morena gana todo, y en esa ola en 2019 llega a Bonilla y gana la gubernatura, las alcaldías y la mayoría del Congreso. En 2021 Morena repite con Marina del Pilar. Si bien el predominio es de Morena, algunos municipios los está cediendo a los partidos aliados, y hay una explicación: el gobierno de Marina es muy pragmático y para nadie es un secreto que ella proviene de Acción Nacional y muchos vemos más bien un proyecto de Acción Nacional pintado de guinda; incluso el esposo de Marina es un prominente panista, Carlos Torres, del círculo de Felipe Calderón, entonces eso explica, por ejemplo, los perfiles en los cargos públicos con más expanistas o panistas que participaron en gobiernos anteriores.
¿BC con Sheinbaum o con Gálvez?
Si bien no hay encuestas todavía en Baja California, mi percepción es que Claudia Sheinbaum ganará sin problemas en la entidad. Sobre todo porque Xóchitl Gálvez es muy mala candidata y los partidos que la postulan están muy desprestigiados. Además, la gente ve a Claudia como una persona seria, nada estridente. Ese tipo de liderazgos a ciertos sectores de la clase media les gusta. Fue lo que pasó en el 1988, cuando aquí ganó Cuauhtémoc Cárdenas. Los sectores de clase media veían a un candidato tranquilo, que no hacía muchos espavientos, un liderazgo serio. Creo que hay sectores de la clase media que así ven a Claudia Sheinbaum, contrario a lo que ven en Xóchitl Gálvez, que no causa mucho impacto en esos sectores.
La disputa por Tijuana
El candidato de la gobernadora es Érik Morales, quien va en fórmula con el teniente coronel Julián Leyzaola (el polémico secretario de seguridad durante la administración del panista Jorge Ramos). Si obtienen la candidatura, la probabilidad de que ganen la presidencia municipal es muy alta. De momento, lo que es notable, es el dinero detrás de Morales. Hay promocionales disfrazados de entrevistas en un periódico, en donde incluso se publicó un dossier con su historia como boxeador, desde sus inicios, cinco páginas a color, y desde luego las ocho columnas que de repente aparecen con una declaración de él. Además están los espectaculares. Se ve que es el candidato oficial, al menos local. Monserrat Caballero, la alcaldesa, también se está moviendo. Las pocas encuestas que hay la colocan arriba de Érik Morales, pero para evitar que ella sea la candidata están evaluando darle la candidatura al Verde, porque es el acuerdo de la alianza. Veremos cómo se mueven las cosas, porque Monserrat está muy movida en busca de la reelección, y le está metiendo también mucho a su promoción.
¿Influirá López Obrador en el voto regional?
Mi hipótesis es que sigue siendo muy fuerte el impacto y el liderazgo de Andrés Manuel. Más que lo local, sigue trascendiendo mucho lo que dice en la mañanera. Creo que todavía el fenómeno López Obrador va a impactar mucho en los resultados de esta elección.
La batalla por Coahuila y Nuevo León
El PRI en Coahuila parece inmune al escándalo y al descrédito que tiene en el resto del país. Tras la ruptura de la alianza con el PAN y PRD, irá solo en busca de diputaciones federales e intentará arrebatarle dos de tres senadurías a Morena. Para ello ha colocado en la fórmula al ex gobernador Miguel Ángel Riquelme y a la diputada local María Bárbara Cepeda. El resultado de la elección del año pasado es suficiente para borrar de la conciencia popular el escándalo suscitado tras ventilarse de manera pública el incumplimiento de Manolo Jiménez al acuerdo firmado entre las dirigencias del PAN y el PRI, en el que se negoció hasta direcciones de escuelas y notarías públicas.
“Quedó muy claro que el PRI por sí mismo pudo haber ganado Coahuila sin la ayuda del PAN en 2023. La diferencia de votos favorables fue de hecho abrumadora, abismal, y deja la señal de que el PRI de Coahuila es el más fuerte que se tiene en México”, dice Gybram Antonio Vázquez Hernández, gerente de proyectos de investigación en la consultoría Poligrama. “Dentro de su nicho, es el rival a vencer por Morena, quien tiene desde 2018 dos de las tres senadurías que corresponden al estado, y que pese al fracaso del año pasado, la elección presidencial puede provocar una espuma ascendente para quienes vayan a ser sus candidatos. Lo que se ve, de momento, es que en Coahuila habrá una pelea de dos en las federales”.
¿En qué radica la fortaleza del PRI en Coahuila?
El priísmo en Coahuila ha trascendido el desgaste que tuvo a nivel nacional, y creo que la explicación es tan sencilla como que ante los coahuilenses hay resultados en seguridad, resultados en los apoyos sociales, resultados en X o Y. Pero ante todo, lo que ha construido el PRI en Coahuila es una maquinaria electoral en la que todos los años, prácticamente desde el 2009, salvo en un par de años, todos los años ha habido elecciones, locales o federales o presidenciales o de gobernador o de alcaldías; han habido procesos internos dentro del mismo priísmo, entonces, desde mi análisis, el PRI de Coahuila ha sabido mantener aceitada esa estructura que les ha dado resultados y sobre todo tiene una valoración diferente de los coahuilenses a lo que es en el resto del país.
¿Funcionarán las alianzas de Morena?
Algo pasa con Morena y es evidente: todo el mundo quiere ser candidato actualmente, porque ganan elecciones. Ser candidato de Morena prácticamente es, en automático -salvo en muy contados lugares o regiones- esta carta de ser favorito-favorita para ganar una elección. Pero al tener tantos personajes que buscan ser su candidato-candidata se enfrentan a procesos internos que pueden desgastar, que terminan desgastando el posicionamiento y la toma de las decisiones. Lo que ha pasado un poco en Coahuila, lo vimos en el año pasado, es que enfrentaron un proceso interno donde estaba por un lado Ricardo Mejía Berdeja y por otro el senador Armando Guadiana; el resultado y la definición que le favorece a Guadiana provocó la salida de Ricardo Mejía y provocó la salida del PT y provocó también la salida del Partido Verde, quién se fue con la Unidad Democrática de Coahuila.
¿El escenario es diferente en Nuevo León?
Nuevo León es algo interesante, porque a diferencia de Coahuila sí hay una tercera vía, que es Movimiento Ciudadano. Gobierna el estado, gobierna la capital, gobierna otro par de municipios importantes. Tuvo la posibilidad de tener un candidato presidencial que, aunque Samuel García ya no está contendiendo, va a tener en la figura de Luis Donaldo Colosio en el Senado, en la figura de Mariana Rodríguez, la primera dama, en Monterrey, un empuje en campaña que le pudiera permitir obtener resultados muy positivos. Entonces, la elección en Nuevo León es de tres: está el lado del PRI-PAN, está el lado de Morena y está el caso de Movimiento Ciudadano.
¿Qué definirá la estrategia en campaña?
Como estrategia regional yo te diría, el PRI y el PAN han tenido un posicionamiento histórico en Nuevo León. Tienes ahí a un César Garza, que ha sido alcalde en Guadalupe, alcalde en Apodaca; tienes también a un Adrián de la Garza, que va a volver a competir y que ya fue alcalde en un par de ocasiones en Monterrey. Entonces, regionalmente tienes fuerza. Localmente MC va a tener en sus candidatos unas campañas frescas, unas campañas que van a apelar al votante joven, que van a apelar a dejar a la vieja política fuera. La fuerza de Morena va a estar en la elección presidencial, en qué tanto le vaya bien a Claudia Sheinbaum en Nuevo León, y qué tanto le vaya bien a Claudia a nivel país. La tirada de Morena será esta transferencia de votos, que ocurra el fenómeno del voto cascada que les permita obtener más escaños.
¿Pesará el voto joven?
Ahí está el target de Movimiento Ciudadano. El tema de los votantes jóvenes, el gran reto que siempre se tiene, es que voten realmente. Históricamente no es un segmento que participe mucho, pero creo que gran parte del éxito que puede tener MC radica en qué tanto va a tener la capacidad de sacarlos a votar, qué tanto va a tener la capacidad de ilusionarlos, de convencerlos, de hacer que crean que sí existe una vía que no es ni Morena ni el PRI el PAN, y que ellos son el partido que sí los representa.
¿Puede repetirse regionalmente el voto de 2018?
Creo que la figura de Claudia Sheinbaum puede hacer una elección presidencial que levante el voto de Morena, en lo que es el Senado y en lo que es algunas alcaldías. Morena demuestra que le va bien en una elección de este tipo. En la medida en la que durante la campaña Claudia pueda empujar este voto duro del obradorismo, le pudiera dar algún resultado en Coahuila. Sin embargo no la van a tener sencilla, porque enfrente está una maquinaria política como lo es el PRI, como lo demostró el año pasado, con un gobernador que va entrando, que tiene una buena aprobación, que tiene un buen posicionamiento, que evidentemente va a buscar refrendar el triunfo que obtuvieron en el 2023. Entonces creo que va a ser una elección reñida, una elección competida. Es evidente que Morena va a avanzar con respecto a lo que tuvieron el año pasado, pero no la van a tener sencilla para reafirmar los resultados que tuvieron en el 2018.
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about ignacio alvarado álvarez
Journalist - Periodista
Periodista especializado en sistemas criminales, estructura y política sociales.
Fue co-director de Newsweek en Español. Formó parte de la Unidad de Investigaciones Especiales de El Universal.
Ha colaborado en las revistas EmeEquis, Contralínea, Variopinto, Letras Libres y el diario La Jornada. Escribió para el área de reportajes especiales de Al Jazeera América. Fue jefe de información y reportero de la Unidad de Investigaciones de El Diario de Juárez.
Conferencista y director de talleres sobre periodismo de investigación en universidades de México, Estados Unidos, Europa y Centroamérica.
Es coautor de los libros La Guerra por Juárez (Planeta 2010) y La guerra contra el narco y otras mentiras (BUAP 2011).
Fue asesor de estrategia comunicacional de la Comisión de Asuntos Fronterizos del Senado de la República (2001-2003), y productor asociado en América Latina de ARD, Televisión Pública Alemana.
Actualmente colabora en portafolios de investigación con Insight Crime.